Mineria Chilena: Chile, como el principal productor mundial de cobre, enfrenta retos significativos en su industria minera que podrían comprometer su liderazgo global. Las regiones de Tarapacá (11%), Antofagasta (54%), Atacama (9%), Coquimbo (7%), Metropolitana (6%) y O’Higgins (8%) son los motores de la extracción de este mineral crucial para la economía del país. Sin embargo, la minería y el sector energético en Chile representan un considerable 33% de las emisiones de CO2 nacionales y el 19% de la demanda total de diésel, lo que subraya su considerable impacto ambiental y energético.
Riesgos para la competitividad global del cobre chileno
Actualmente, esta industria consume el 33% de la electricidad y el 19% del diésel en Chile. Con una participación cercana al 26% en la producción mundial de cobre, Chile domina este mercado. Este sector es fundamental para la economía nacional, ya que el cobre representa el 55% de las exportaciones totales y más del 90% de las exportaciones mineras. La Región de Antofagasta, responsable del 54% de la producción de cobre en Chile, juega un papel esencial en este contexto.
No obstante, la industria minera, siendo la mayor consumidora de energía en el país, es también la principal responsable de las emisiones de CO2, alcanzando un 33%. El envejecimiento de las minas, la reducción progresiva de la calidad del mineral y el creciente uso de agua desalinizada han elevado de manera significativa el consumo de energía por tonelada de cobre producido, duplicándose en los últimos 20 años.
Esta situación pone en riesgo la competitividad de Chile en el mercado global del cobre. Las crecientes demandas sociales y ambientales podrían restringir el desarrollo de la industria y, económicamente, el país podría perder competitividad debido a potenciales sanciones sobre los precios, derivadas de estándares ambientales globales más estrictos.
El hidrógeno verde: una solución para un futuro sostenible en la mineria Chilena
En este escenario, el hidrógeno verde se presenta como una solución viable para descarbonizar la industria minera en Chile, con un enfoque local que busca impactar positivamente tanto al medio ambiente como a las comunidades. El norte de Chile ofrece condiciones ideales para la producción de hidrógeno a partir de energía solar fotovoltaica. Además, la infraestructura existente y la actividad de transporte pesado entre faenas y puertos ofrecen un gran potencial para el uso del hidrógeno, tendencia ya visible en países como Australia. Esta transición podría reducir considerablemente las emisiones de CO2, especialmente en áreas como el transporte de concentrados y la operación de maquinaria pesada.
Tomás Ecclefield, cofundador de Punta El Monte, señala: «Para que el hidrógeno verde pueda competir con el diésel, es crucial implementar un modelo integral de uso local que considere precios accesibles para las energías renovables, alianzas estratégicas con proveedores de electrolizadores y la diversificación de los consumidores finales. Esta estrategia no solo puede disminuir los costos del hidrógeno, haciéndolo más competitivo frente a los combustibles fósiles, sino que también tendría un impacto directo en la industria más importante del país, en el medio ambiente y en las comunidades.»
En resumen, la adopción de soluciones como el hidrógeno verde a nivel local no solo podría mitigar los impactos ambientales y sociales de la minería del cobre en Chile, sino que también fortalecería su posición competitiva a nivel mundial. Implementar estas soluciones de manera rápida y eficaz es esencial para garantizar un futuro sostenible y rentable para la industria minera chilena, concluye el experto.
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